En La Isla Siniestra, Leonardo Di Caprio es Teddy Daniels, un policía que tras haber participado en la Segunda Guerra Mundial viaja a esta isla donde funciona un hospital de enfermos mentales. Su tarea es investigar la desaparición de Rachel Solando, una paciente/asesina.
El film de Martin Scorsese es un thriller muy bien logrado donde predomina la violencia. De hecho, las acciones que se desarrollan en esta clínica conllevan a la existencia de tratamientos psiquiátricos agresivos.
La actuación de Di Caprio es remarcable, sobre todo por el nivel de dramatismo alcanzado en distintos fragmentos. Los recuerdos y/o sueños del protagonista son algunas de las escenas que merecen mayor atención. Con respecto a las actrices, Emily Mortimer, en el rol de “Rachel Solando” también deja lo suyo en el film.
La locación donde transcurre la película no pasa desapercibida. Está claro que el lugar seleccionado por Scorsese tiene una belleza particular; no obstante el trabajo detrás de cámara logró sacar provecho de los exteriores a través de los planos y los movimientos de cámara.
El desenlace no deja disconforme al espectador puesto que la trama da un giro trascendente que es lo que hace interesante al film. Si bien hay indicios, estos no son suficientes para que el público se imagine el final. Hasta sería buena idea ver esta última entrega del director dos veces para apreciarla desde otro punto de vista.
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